Este parque se construyo como homenaje a los soldados soviéticos caídos en la segunda guerra mundial. El soldado ruso que lleva en brazos a una niña mientras con una espada rompe una esvástica, esta cerrando una gigantesca plaza en la que a los lados se puede seguir mediante unos murales esculpidos en piedra el transcurso de la segunda guerra mundial.
En el pie de la gigantesca estatua están Maite y Carlos. El pie tiene dentro una llama que permanece siempre encendida.
Parece ser que cuando se unifico Alemania, el parque fue sometido a una serie de actos vandálicos por gente en contra de lo que fue la presencia soviética en Alemania, el parque quedo medio destruido.
Unos años mas tarde mediante un acuerdo con Rusia se procedió a la reforma y arreglo de este parque, el cual hoy en día se puede visitar normalmente.
Para mi es uno de los sitios obligados a visitar si se visita Berlín.
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